3.09.2011

Es lo que pasa cuando el socialismo llega al territorio del amor

Gato sobre cal veteada de musgo,
nunca fuiste pared muy alta ni blanca
y jamás detuviste el paso en exceso.
Eras punto de referencia al aparcar.
Mi auto rojo contrastaba como el gato cuando lucía
¿que quién lucía? ... pues el Sr. Sol.
También tu estabas radiante al saltar de tu oficina
toda llena de alegría y con mil palabras en los labios.
Hoy en día ya ni hay parking.
Las muchachas de tu ofi han repartido órdenes a sus parejas,
precisas instrucciones de cómo y cuando venir a recogerlas.
Este muro y este gato y el rojo de mi auto
se encuentran ya masificados.
Es lo que pasa cuando el socialismo llega al territorio del amor
que transmuta placer en obligación.

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