10.16.2014

Prensa Escrita

En este país ofendemos al papel prensa de continuo.
Hay quien alimenta chimeneas o envuelve panes, peces y marihuana con él.
Alguno hasta se limpia el culo con esa semi-sagrada celulosa de 50g/m.
Aunque realmente tíos, lo peor con diferencia es
cuando lo ensuciamos con publicidad,
cuando lo llenamos de noticias sin interés
(no por su falsedad o partidismo
si no por ese repetitivo y agobiante vacío de contenido)
Hoy comprendo mejor el superlativo valor que poseen la mancha de chorizo del pincho del lector que me precedió,
y los improbables versos casi escondidos de Pablo X. Suarez en el periódico.

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